Geografía de Africa y Oceanía
Espacios y sociedades
viernes, 5 de octubre de 2018
sábado, 29 de septiembre de 2018
viernes, 17 de agosto de 2018
Power points de la clase sobre Conflictos Políticos Norteafricanos
El conflicto del Sahara Occidental
https://www.dropbox.com/s/k1kbntrjjiznvfw/El%20conflicto%20del%20Sahara%20Occidental%20en%20mapas.pptx?dl=0
De las Primaveras árabes al presente
https://www.dropbox.com/s/4ranv4xokgcrcc8/De%20las%20Primaveras%20%C3%81rabes%20al%20Estado%20Isl%C3%A1mico.pptx?dl=0
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De las Primaveras árabes al presente
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miércoles, 15 de agosto de 2018
sábado, 7 de julio de 2018
¿Quién se quedará con las aguas del Nilo?
¿Quién se quedará con las aguas del Nilo?
Habib Ayeb (francés de origen magrebí, en Le Monde
diplomatique Junio 2013) Adaptación.
La situación geopolítica de la cuenca del Nilo
cambio con el anuncio por Etiopía del
inicio de la Represa
del Renacimiento, en el Nilo Azul. Esta decisión desertó en Egipto el miedo
ancestral a la falta de agua y avivó las tensiones regionales en torno al
control del río.
El (ahora depuesto) presidente Mohamed Morsi de
Egipto recurrió a la frase histórica de Heródoto: “Egipto es un don del Nilo” y le agregó “el Nilo es un don de Egipto”. La reacción de El Cairo se explica por
el milenario sentimiento de que la vida en Egipto está supeditada a este cordón
fluvial.
Etiopía replicó que no se siente intimidada por la
guerra psicológica que lleva a cabo Egipto y no suspenderá la construcción de
la represa. El país rechaza la idea de un derecho histórico de Egipto sobre las
aguas del Nilo y prefiere hablar de los “derechos coloniales ilegítimos”.
Etiopía de donde parte el 80% del caudal del río, pretende imponer una visión
diferente de la cuenca fluvial y exige otro reparto de sus aguas.
Después de haber sido la potencia dominante de la
cuenca a lo largo del tiempo, Egipto, actualmente enfrenta el debilitamiento de
su economía y la interrupción del desarrollo. Depende totalmente del exterior
para el aprovisionamiento de agua ya que, el 80% del caudal del río proviene de
Etiopía a través del Nilo Azul, el río Sobat y el Atbara; y el 20% del Nilo
Blanco que proviene de Uganda y el África ecuatorial.
Hasta ahora el reparto del agua provenía de un
acuerdo firmado en 1959 por el cual a Egipto le correspondían más de 55 mil
millones de metros cúbicos y a Sudán casi 20 mil millones. Egipto también
contaba con otros 10 mil millones que se evaporan en el Lago Nasser, creado por
la construcción de la represa de Asuán en 1964. A Etiopía y a los
países de la alta cuenca no se les reservó ninguna parte o derecho. Etiopía se
opone ahora a cualquier proyecto de manejo integral de las aguas, de no realizarse
un nuevo reparto legal de las mismas. Más aún, en 2010 Etiopía obtuvo la firma
de los países de la alta cuenca (Ruanda, Burundi, Kenia, Uganda y Tanzania) para
un Tratado que reorganiza la gestión
de las aguas del río y los proyectos de construcción de represas: el New Nile Cooperative Frameword Agreement.
Este acuerdo prevé la creación de una comisión que agrupe a estos países a la
hora de decidir proyectos u obras sobre el río. Estos países mantienen una
postura opuesta a la de Egipto quien se niega a revisar el reparto histórico
del agua.
La elección por parte de Etiopía del nombre de la represa “Renacimiento” no es casual, ya
que aspira a ocupar un papel geopolítico
en la cuenca que nunca tuvo hasta hoy. Etiopía ocupó un rol geopolítico
creciente en el conflicto del Sudán del Sur, y también impidiendo (junto a las
fuerzas occidentales) la creación de un estado islamista en la entrada del Mar
Rojo en Somalia. A la vez, la llegada de China a la región liberó la necesidad
de obtener el respaldo de las instituciones financieras y el consenso de los
países de la cuenca del Nilo, donde Egipto siempre tuvo un voto decisivo. En
los últimos meses (junio 2013) Addis Abeba obtuvo otros dos logros singulares:
el apoyo a su proyecto de la joven nación de Sudán del Sur y, aún más
asombroso, el apoyo de Jartúm (Sudán), tradicional aliado de El Cairo, que está
dispuesto ahora a firmar el nuevo tratado por el reparto de las aguas del Nilo
que propone Etiopía. Este apoyo se debe a que Sudán evaluó los beneficios derivados
de la construcción de la megarepresa en Etiopía: gozará de mayor disponibilidad
energética, aumentará su capacidad de irrigación, establecería grandes
proyectos agrícolas comunes con Etiopía y la regulación del caudal aguas arriba
pondría a resguardo al Sudan de las cíclicas inundaciones que le genera el Nilo
Azul durante sus crecidas violentas.
La capacidad de la represa de “Renacimiento”
será de 6.000 megavatios a partir del 2016. Si bien por la compleja morfología
del macizo Etiópico, este país no podrá regar aguas arriba de la represa en las
planicies de altura, podrá al menos desarrollar un apretado oasis lineal en las
terrazas del río aguas abajo; y fundamentalmente convertirse en exportador de
energía eléctrica y de ese modo crecer como potencia regional, lugar que no
ocupó antes por su secular aislamiento.
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